el precio de la vivienda y la carestía de la vida.
¡Que tu dinero no pague los desastres económicos!
¡No más cierres. No más despidos. No más precariedad!
¡AYÚDALES!
Del 1 al 15 de Diciembre:¡NO COMPRES EN SUPERMERCADOS CAPRABO!
Este miércoles, 21 de noviembre de 2007, ha sido para nosotros un día gris, porque nos ha dejado Fernando Fernán Gómez, autor, actor, director, y profundamente libertario en toda su vida y su obra para todos aquellos que lo quieran leer a fondo y con sentido, como así lo ha querido demostrar en su último gesto, el de abrigarse con una bandera roja y negra en su ataud, en su capilla ardiente del teatro de la Plaza de Santa Ana en Madrid, símbolo del movimiento obrero anarcosindical.
Fernando Fernán Gómez, ácrata vital, tuvo siempre una cercanía y simpatía manifiestas hacia el movimiento libertario. No en vano, siendo aún un adolescente, su primera formación artística la tuvo en la escuela de arte dramático que la CNT había organizado en el Madrid de la Guerra Civil, donde recibió clases de declamación de la actriz Carmen Seco, teniendo por compañeros a otros que con el tiempo también fueron grandes actores. Tan temprana formación, unida a su voz profunda, han hecho de él uno de los casos más singulares de nuestra escena. También ha recordado nuestro actor en alguna ocasión las enseñanzas de su tío Carlos, que quería imbuirle las ideas anarcosindicalistas y de la FAI.
Su relación con el movimiento libertario y anarconsindical español no acabó ahí, sino que continuó con su presencia en el mitin de la CNT en Montjuic en 1977, y su pertenencia activa en el Sindicato de Espéctaculos de Barcelona adherido a la CNT-AIT, durante la transcisión. Y su último gesto, cuando fue a recoger el premio Goya y realizó en el escenario el gesto libertario de levantar y juntar las manos.
Llévate, compañero Fernando, un abrazo de los libertarios y anarcosindicalistas, que seguiremos disfrutando y aprendiendo de tu obra, tal vez el mejor homenaje que se pueda hacer a un artista. Sit tibi terra levis.
Extraido de la web de CNT Sevilla.Desde la CNT-AIT de Toledo, queremos comunicar nuestra máxima repulsa, ante la denegación, por parte del ayuntamiento de Toledo, de un espacio público (es decir, pagado por todos y todas), para la celebración del I Concilio Ateo, que organiza la Federación Internacional de Ateos (FIdA), y que al final tendrá lugar en un espacio privado, como es el Circulo de Arte de Toledo, los días 7, 8 y 9 de Diciembre de este año, con recortes en su contenido, a pesar de que desde el ayuntamiento de Toledo (formado por PSOE e IU), y desde el arzobispado y círculos ultra-católicos, están intentando presionar a dicha entidad para que no lo realice.
Hace poco más de un año, el ayuntamiento gobernado entonces por el PP, vetó la representación de la obra teatral “La Revelación” de Leo Bassi, por considerarla ofensiva hacia el catolicismo, decisión que fue muy criticada en Toledo, en la que llegó ha haber manifestaciones de repulsa en la puerta del arzobispado, y que fue considerada como la vuelta a la censura, por parte del PSOE e IU. Al final pudo realizarse la representación en el anfiteatro del local de sindicatos, con la amenazas de grupos ultras, en las puertas. Un año después estos dos partidos que gobiernan en coalición en el ayuntamiento de Toledo, deniegan el uso del centro social del barrio del Polígono, para la celebración del concilio ateo. Ahora los que criticaron la censura, la promueven, en un acto en el que volverá a estar presente Leo Bassi. Una vez más, queda claro que gobierne quien gobierne, sean del color que sea, nuestros derechos y libertades son pisoteados.
Hoy día, en los medios de comunicación nos bombardean, con la existencia de la persecución religiosa. Y es verdad, la persecución religiosa existe. Existe una persecución a toda persona, que muestre su rechazo a toda religión, muy especialmente a la católica, que durante siglos a impuesto sus creencias a sangre y fuego, a golpe de guerras, cruzadas, la inquisición, enviando a todo el que pensara contrario a los pensamientos de la “Santa Madre Iglesia”, a la hoguera por hereje.
En pleno siglo XXI, su cuento está ya muy gastado, por que la Iglesia, lejos de las doctrinas que se supone dio Jesucristo, siempre fue la negación del progreso de la humanidad. Si por la Iglesia Católica hubiera sido, aún viviríamos en las cavernas. Ustedes, “Ministros de Dios en la Tierra” se alimentan de la ignorancia de los pueblos. Cuanta más ignorancia, mejor para ustedes. Por eso no pueden permitir que se realicen actos que cuestionen su poder, y que pudiera llegar el caso de que un día lo pierdan.
Dejémosle claro al “progresista” ayuntamiento de Toledo, y al arzobispado de que nuestros derechos y nuestras libertades, no son un papel mojado, y que tenemos tantos derechos como aquellos, aunque ellos y ellas (muy “democráticos” por cierto), no lo crean.
También os recordamos la campaña de Apostasía, que desde este sindicato hemos promovido a lo largo de este año, y que esta a punto de llegar a su fin, con la entrega de las solicitudes recogidas (Para más información en: www.cntaittoledo.blogspot.com)
Por la libertad de pensamiento.
Asamblea del Sindicato de Oficios Varios de la CNT-AIT de Toledo.
El revuelo que se está formando con el tema de la memoria histórica, no hace sino evidenciar que las heridas siguen abiertas y que muchos de aquellos que presumen de demócratas no pueden borrar de un plumazo su pasado.
Por un lado, nos parece algo lógico y evidente que una sociedad que quiera llamarse demócrata y libre no permita que la simbología de una dictadura se mantenga visible de una manera tan evidente. Bajo el argumento de que dicha simbología es historia y que como tal debe permanecer, se esconde el franquismo sociológico, sustentado políticamente por el Partido Popular, en donde se cobija toda una caterva de adeptos al mal llamado régimen, cuando en realidad fue una dictadura fascista que a lo largo de cuarenta años supo cambiar de piel camaleónicamente sin perder su esencia. Y para muestra las declaraciones de Mayor Oreja, que parece olvidar la represión que tuvo que soportar todo aquel que mostraba la más mínima crítica al guía de la cruzada.
Dicho esto, también queremos mostrar nuestro rechazo a la susodicha ley de la “Memoria Histórica” porque en ningún caso va a restaurar todo el sufrimiento vivido por los miles y miles de hombres y mujeres que, o bien fueron pasados por las armas o tuvieron que soportar la cárcel y el exilio. Por mucho que nos digan, no fue durante el franquismo cuando se olvido a las víctimas que lucharon por un mundo más justo, pues continuamente se hacían honores a los vencedores, cosa que no hacía más que humillar a los vencidos, cultivando a su vez, una memoria popular transmitida oralmente que reflejaba bien a las claras quienes eran los opresores y quienes los oprimidos.
La hipocresía de esta ley es mayúscula, ya que durante los treinta años de democracia se nos ha intentado borrar la memoria que ahora supuestamente se quiere recuperar. Fue el tan alabado espíritu de La Transición el que borro de un plumazo todo recuerdo y toda posibilidad de hacer justicia. No hubo ni puede haber conciliación cuando todos los opresores, torturadores y asesinos que fueron durante cuarenta años hayan salido indemnes y nadie les haya pedido cuentas. Ningún país, que haya sufrido durante tantos años una dictadura de dicho calibre ha dejado impunes tantos asesinatos. En mayor o en menor medida, antes o después, esos pueblos reprimidos han pedido explicaciones a sus verdugos.
Sería fácil poner el ejemplo de Fraga o el propio monarca Juan Carlos, pero pensemos en los militares, eclesiásticos, funcionarios públicos y políticos que de un día para otro pasaron de ser defensores a ultranza de la dictadura a perfectos demócratas, algunos de ellos con la cara dura de pavonearse como defensor de la libertad.
La verdad, es que como dijo el mequetrefe que acabó sus días en la cama: “lo dejo todo, atado y bien atado”; haciendo posible que sus herederos políticos, los mal llamados reformadores del régimen, consiguiesen que todo siguiese como estaba pero con otra cara más demócrata, más liberal, más europea y a la postre, más moderna.
No podemos dejar de citar el aspecto económico de “La Transición”. Cambió la cara del sistema, eso si, pero el poder del capital siguió tomando si cabe más fuerza, dotándose de un traje nuevo que rompiera las barreras de la dictadura. El gran capital, ha sido el gran vencedor de La Transición. La dictadura se quedaba obsoleta para el proceso neoliberalizador que se empezaba a vislumbrar en los años 70. El capital necesitaba abrirse al mundo y la dictadura era un freno que había que quitarse de encima, pero eso si, con cierto tacto por los servicios prestados. Pues no podemos olvidar, que la guerra civil española fue una lucha de clases y no una lucha política.
Sin lugar a dudas, que todo ello fue posible, gracias a una izquierda política mal organizada, timorata y con unos líderes, empezando por Carrillo, que no supieron mostrar una oposición a ese “nuevo franquismo” aceptando el discurso de los reformadores y vendiéndose por pillar el mayor trozo posible del pastel.
Que no nos vengan ahora con discursos “progres” sobre la memoria histórica, y que a la vez se alaben los pactos de la Transición, verdaderas leyes de “punto y final”. No puede haber conciliación posible, no puede haber reparación suficiente, mientras que no se hagan públicos los nombres de todos los torturadores y asesinos fascistas. Mientras que estas personas no sean juzgadas y paguen por sus crímenes. Mientras, en definitiva, queden impunes todos los atropellos que tuvo que soportar el pueblo, por todos aquellos que se sublevaron para mantener el poder que veían tambalearse, en ese aire fresco de libertad y revolución social que vivió la sociedad española de los años 30.