AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) ha anunciado un
nuevo ERE voluntario que afectará a 1600 trabajadores de la empresa hoy
todavía pública. El problema estriba en que AENA según sus cuentas
anuales de 2011 (BOE nº 235, 9.9.2012) registra un beneficio de
explotación de 284,43 millones de euros y un beneficio neto de 62,99,
motivo por el cual no podría realizarse tal ERE al no ser una empresa en
pérdidas.
La realidad es que AENA va a ser privatizada en 2013 y para ello está
llevando a cabo un plan acelerado de contención de gastos reduciendo
los horarios de operación de diferentes aeropuertos con el consecuente
reajuste de turnos y personal adscrito, limitación de inversiones en
infraestructuras, y como no, un cuidadoso plan para deshacerse en
principio de un 10 % de sus empleados enfocado en particular para los
que tienen más de 50 años, por lo que AENA ha puesto una fecha límite en
el 31 de diciembre. Los trileros CC.OO, UGT y USO incomprensiblemente
firmaron en octubre un llamado “plan de viabilidad” con salidas
voluntarias, que evidencia a las claras el papel colaboracionista de
dichos sindicatos con la empresa, facilitando los objetivos de ésta
mediante sus técnicas habituales de desinformación, miedo y oportunismo.
La información disponible señala que algo más de 1500 trabajadores de
AENA mayores de 50 años se habrían inscrito en dicho procedimiento
acuciados por un miedo evidente al despido con una edad laboral crítica,
mientras que tan sólo una decena de trabajadores con menos de 40 años
lo ha solicitado. AENA cuenta en plantilla con aproximadamente 1530
trabajadores con más de 55 años, y los que continúen se verán afectados
luego por un plan de “traslados voluntarios” con redistribución por
centros de trabajo, lo que equivale en la práctica a movilidad espacial y
funcional obligada sin otra compensación.
La adhesión personal al plan supone según distintas fuentes que el
trabajador afectado pueda cobrar del 72 % al 84 % de su salario base,
hasta los 62 ó 64 años de acuerdo con su status profesional, lo que de
entrada supone una merma en su salario real de entre el 25 % y el 30 %,
así como los consiguientes efectos negativos sobre su aportación mensual
para la jubilación. Los trabajadores inscritos en el plan cobrarán
prestaciones de desempleo, pero ello les obligaría en la práctica
durante 2013 y 2014 a quedar en una situación de manifiesta
irregularidad con el riesgo que eso conlleva para el propio trabajador.
Muy posiblemente estamos ante una nueva trampa empresarial, ya que el
ERE no es posible de acuerdo con la ley. Sin embargo, la indemnización
económica a percibir sería la derivada de la última agresión-reforma
laboral del gobierno, es decir, 20 días por año de servicio con un
máximo de doce mensualidades, tal como se preconiza para empresas con
pérdidas. El Ministerio de Fomento, propietario de AENA, aduce que no
habrá costes para el contribuyente ya que el plan será sufragado por la
propia AENA (que cuenta legalmente con autonomía financiera) en
colaboración con una aseguradora para garantizar el pago de las
prestaciones, y cuando consolide beneficios se hará cargo directamente
de las prestaciones de desempleo. Ahora bien y teniendo en cuenta la
tónica de presuntas pérdidas de AENA a lo largo del presente año
¿finalmente tendrá beneficios AENA en 2012 ó 2013? ¿en qué situación
quedarán finalmente los afectados por el “plan de desvinculaciones
voluntarias”?.
Por lo que se puede apreciar hasta el desempleo va a ser objeto de
intervención por parte de empresas aseguradoras privadas, contribuyendo
así al desmantelamiento definitivo de derechos alcanzados tras muchos
años de lucha, con un papel cómplice de los llamados “sindicatos de
concertación”, burda expresión que enmascara el envilecimiento y venta
de CC.OO, y UGT entre otros al mundo del capital.
No hay otra alternativa que un frontal rechazo a estos planteamientos que auguran un negro porvenir a la clase trabajadora.
Sindicato de Transportes y Comunicaciones de CNT-AIT
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