Este año la jornada de lucha adquiría un significado especial debido a que unos días antes la Comisión Europea, aprobaba cinco nuevos ex+pedientes de Organismo Genéticamente Modificado (OGM). Con la aprobación unilateral de estos nuevos transgénicos el "Ejecutivo Comunitario" ha empezado a dar "señales" respecto al futuro de las políticas sobre transgénicos ante el "bloqueo" y las diferencias constantes, entre los estados miembros, anunciando que en verano propondrá un cambio en las reglas sobre estos productos. Con estos cambios el Ejecutivo Europeo pretende limitar la acción de ciertos estados miembros que están impidiendo el cultivo en sus territorios de este tipo de semillas, como consecuencia del rechazo social y científico que provocan los OGM. El Comisario de Sanidad ha insistido en que todos estos OMG tienen informes favorables de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA), un organismo, todo hay que decirlo, que no se caracteriza por su imparcialidad ante este tema.
Con la aprobación de estos nuevos cultivos modificados genéticamente no sólo se añaden nuevos riesgos alimentarios, sino que se perpetúa un sistema productivo que está dejando en manos de unas multinacionales nuestra alimentación. Un modelo productivo que prima la productividad económica por encima de todo y que trata a la tierra como un eslabón más en la cadena productiva. Esta visión explotadora está llevando a la ruina a cientos de miles de campesinos y campesinas en todo el mundo y está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria de los pueblos. Es un modelo que ataca la biodiversidad planetaria y pretende patentar los recursos naturales que son un bien de toda la humanidad.
Según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria en torno al 15% de los alimentos que se comercializan para el consumo humano, y a la venta en los supermercados, contienen maíz o soja transgénica y prácticamente el 100 % de la carne que se consume ha sido engordada con pienso elaborado con soja y maíz transgénico sin que esto se refleje en el etiquetado y los consumidores tengamos la posibilidad de evitarlo. Entre los productos transgénicos hay leches y papillas infantiles, galletas, bollería o platos preparados.
Peligro para la salud
Los últimos estudios de universidades francesas demuestran los efectos nocivos para la salud del maíz importado, cultivado y consumido en el Estado español. A principios de año se hacía público un estudio desarrollado por científicos franceses de las Universidades de Caen y Rouen, que analiza los riesgos para la salud asociados a tres variedades distintas de maíz modificado genéticamente: MON810, MON863 y NK603. Precisamente, el MON810 es el único autorizado para su cultivo en la UE, y España es prácticamente el único país europeo que lo cultiva a gran escala. Según esta información recogida del periódico Diagonal, "los autores encontraron evidencias de daños en hígado o riñones, y muestras de problemas en el sistema metabólico en mamíferos. También critican la forma en la que Monsanto había analizado los datos, sin seguir los estándares científicos internacionales". (1)
El Estado Español, paraíso para las multinacionales
España acoge el 42% de todos los experimentos con transgénicos al aire libre realizados en la Unión Europea en los últimos años. Dicho de otra manera, nuestro país se ha convertido en el campo de pruebas favorito de las multinacionales. Existen un total de 63 pueblos que experimentan con estos cultivos a campo abierto, de los cuales 21 pertenecen a Castilla y León.
Resistencias generadas
Ante esta evidente situación de peligro que supone la proliferación de los cultivos transgénicos bajo total impunidad y amparo del gobierno central, no son pocos los colectivos que con cada vez mayor fuerza rechazan este tipo de prácticas abusivas. La manifestación del pasado 17 de abril en Madrid es una buena muestra de ello. A dicha manifestación acudió la CNT de Fraga, la cual está especialmente sensibilizada en este tipo de cuestiones ya que en el seno de su sindicato existe una sección agraria. Por otra parte, diversos colectivos madrileños organizaron para la ocasión un bloque anarquista tras el lema "bajo el capitalismo (rojo, verde, azul…) otro mundo no es posible" y con la pretensión de dar una visión libertaria ante este conflicto, realizando una propaganda bastante elaborada (2) de la que merece la pena rescatar el siguiente párrafo en donde se observa una crítica más allá de este mal concreto:
"La promoción y el consumo de la producción ecológica, la resistencia a los transgénicos y las obras faraónicas,… denuncian, pero ¿qué es lo que queremos? La opción individual protegerá, sin duda, nuestra salud, pero no hará de nosotros más que consumidores verdes, un nuevo mercado para el sistema, y punto. La agricultura ecológica va a ser adoptada por necesidad, bajo riesgo de agotar los suelos hasta hacerlos improductivos, cosa que no interesa. Las mismas multinacionales que ofrecen los fitosanitarios convencionales venderán los insumos para el cultivo ecológico que, en casos como el olivar extensivo, sigue empobreciendo inexorablemente el suelo".
"Nos venden que se puede ser ecologista y capitalista, pero la defensa de la naturaleza y del ser humano, que pertenece a ella, exige acabar con el capitalismo. En su seno solo son posibles operaciones estéticas, maquillaje, propaganda, engaño. Su existencia es incompatible con la de un mundo vivo, sano, justo y libre, incompatible con la biodiversidad y las sociedades cooperativas".
También en el marco de la edición 2010 de la Semana de Lucha Social que tuvo lugar en Madrid del 17 al 20 de mayo (3), consistente en la realización de diversas acciones directas de denuncia en torno a diferentes ejes-problemáticas, en la jornada inaugural, se realizó una acción contra la sede de Monsanto por parte de diversos activistas entre los que se encontraban miembros del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST) y de la Vía Campesina.
Por último, los días 29 y 30 de mayo se celebró en Mérida una manifestación, en la que participó la CNT (3), con motivo de la Cumbre de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, para mostrar su rechazo ante esta y otras prácticas que condenan a aquellas comunidades que viven de la agricultura, la pesca o la ganadería.
Notas:
(1) Transgénicos: un peligro para la salud
(2) Para más información visitar la web: www.ecologismo-vs-capitalismo.blogspot.com
(3) Para más información visitar la web: www.rompamoselsilencio.net
(4) Para más información visitar la web: www.otraagriculturaotraextremaduraotraeuropa.wordpress.com
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