Los editores europeos, están citando individualmente las trabajadoras/es para que estas/os, acepten sus condiciones y les cedan los derechos de su obra
, lo cual significa rebajar el 50% de los beneficios que el autor se lleva por la venta en formato digital. Ante estos hechos este sindicato no puede quedar sin pronunciarse sobre la posición y alternativa que se propone desde el anarcosindicalismo, la cual difiere frontalmente de la expresada por la patronal de esta industria, así como de la presentada por las diversas organizaciones gremiales que han manifestado su oposición a las reformas que se desean realizar en el sector del Cómic y la Ilustración.
Es evidente que los tiempos cambian, el formato digital arremete con fuerza, y no pretendemos oponernos a eso. Lo que sí queremos, es que este cambio no sea a costa de las trabajadoras/es. Contemplamos desde nuestros sofás, como día a día, las oligarquías financieras recortan de aquí y de allá, aprovechando la falta de organización imperante en el seno de la clase trabajadora; ahora, nos ha tocado a los dibujantes y guionistas de cómic.
Ante esta escandalosa situación organizaciones como el Sindicato Nacional de Autores del Cómic (SNAC) en Francia o la Asociación de Autores de Cómic de España (AACE) ya se han posicionado y nosotros, desde la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), hacemos lo propio desde nuestra óptica anarcosindicalista para denunciar esta aberrante situación que una vez más perjudica a la clase trabajadora.
El problema es que la cesión del cómic o libro para su digitalización se otorga a una tercera empresa, que normalmente suele formar parte parte de la sociedad que aglutina los editores en papel; por esto mismo, no acaba de quedar claro si se considera una cesión a terceros o ellos lo valorarán como la misma edición. En caso de ser cesión a terceros, implica que el autor cobrará el 50% de lo pactado en la venta, como se establece en ventas a terceros.
Además, la cesión de la obra para su digitalización, generará una falta de control sobre ésta por sus autores, y por ende, una posible merma en visualización de las obras por parte de las personas que gustan de este arte.
Por ejemplo, ¿ver un cómic en un teléfono móvil, monitor y demás sistemas digitales, se considerará adaptación o difusión de la obra íntegra? Porque no está claro, pero es evidente, que la obra sufrirá modificaciones para adaptarse a distintos formatos y si eso sucede, el autor debe tener el control ya que podría modificarse la colocación de las viñetas, cambiar el color, reducirse formatos que afecten a la correcta visualización de la obra... entre otras alteraciones que harían variar la obra en sí.
Lo señalado muestra una vez más como las y los capitalistas buscan extender sus beneficios a costa de un mayor sacrificio de las trabajadoras/es. Y es a través de la atomización de los/as mismos/as que se pretende hacer esto, esperando que no haya respuesta frente a su incontenible avaricia. Ante esto, la CNT considera que el único camino posible es la unión de las trabajadoras/es y la acción directa por parte de éstos para contener la acciones de los capitalistas y generar nuevas formas de trabajar y relacionarnos que nos entreguen un control real sobre nuestras obras y nuestras vidas.
CNT recalca que somos las trabajadoras/es lo que hacemos todo, sin nosotros nada existiría. Por esto, las y los empresarios que se lucran a costa de los dibujantes y guionistas de cómic no son necesarios, son absolutamente dependientes de nosotros. Sólo en la medida que nos organicemos podremos reivindicar los justos derechos que tenemos sobre nuestras obras.
Unión, Acción, Autogestión.
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