Se informó a los trabajadores del centro y a los de alrededor de la zona mediante octavillas y megáfono en mano, de las prácticas antiobreras de esta empresa, que no duda en despedir encubiertamente a una trabajadora tras su excedencia maternal.
El pasado 4 de
octubre, pocos meses después de incorporarse de una excedencia maternal, le fue
comunicado por la empresa un traslado a más de 400 km de su domicilio,
teniendo conocimiento ésta de su situación familiar, y sabiendo que le es
imposible el traslado ya que tiene a su cargo una hija de corta edad. La
empresa, excusándose en la crisis y sirviéndose de una normativa laboral que ha
dejado sin derechos a los/as trabajadores/as, aprovecha para quitar del medio a
empleadas con más antigüedad y que han hecho uso de sus derechos por maternidad
castigándoles con el despido.
FREMAP, que
presume de ser una empresa familiarmente responsable y que favorece la
conciliación laboral, no duda en empujar a rechazar un traslado a una madre,
pues le sale más barato que un despido improcedente.
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