-Comunicado de CNT-AIT ante el 1º de mayo de 2020-
“El Estado nos protege”,” los empresarios son los que crean la riqueza”, ‘’protejamos el Estado del
bienestar’’, ‘’tenemos que remar en la misma dirección’’.
Desde los medios de propaganda del Poder y los poderes económicos y políticos escuchamos
consignas como estas una y otra vez, alentando a una unidad interclasista de toda la sociedad,
buscando un consenso ciudadano que legitime su sistema y sus crisis. Sin embargo, las crisis cíclicas
del sistema capitalista en general, y la crisis del COVID-19 en particular, demuestran que la clase
obrera es la que saca adelante la sociedad -servicios sanitarios, transportes, cuidados, producción y
distribución de alimentos...-,y que es la que crea la riqueza con su esfuerzo tanto físico como
intelectual, y que a pesar de eso, los medios de producción y los bienes de consumo no están al
servicio de la humanidad, sino que son utilizados por la burguesía para enriquecerse, de forma
miserable y egoista, protegidos y legitimados por el Estado.
El capitalismo es a las trabajadoras y al planeta lo que un virus para el organismo, un sistema basado
en la explotación de una clase social sobre la otra, en la division sexual del trabajo y los -aun-
invisibles cuidados. Es un virus que genera violencia, desigualdad, guerras, migraciones y desastres
naturales. Un virus que cuando no nos mata nos debilita y nos empuja a una vida precaria y de
miseria. Es evidente que no podemos esperar nada de la clase política, ya que su función es
vendernos falsas soluciones y servir a la clase dominante, legitimando de esta manera las
desigualdades sociales.
La crisis sanitaria que estamos viviendo a nivel mundial dará paso a una crisis económica de una
magnitud enorme y cuyas consecuencias, recaerán una vez más, y como no puede ser de otra
manera, en la clase obrera: precarización del empleo, desahucios, millones de personas
desempleadas, mujeres compaginando trabajo domestico no remunerado con trabajo precario...
Además, el Estado de Alarma dará paso a una normalidad más controlada y a un rearme autoritario
del Estado, que aprovechará para recortar en derechos y libertades. ¿Nos suena, verdad? Paro,
represión, desahucios, torturas, cárcel, control social, etc.
Pero no todo está perdido; ante el eje Estado-Capital tenemos la única vacuna posible: la
organización y la lucha.
En un momento de absoluta desmovilización y de desorganización generalizada, es necesario que
tomemos consciencia de la capacidad y fuerza que tenemos para transformar la sociedad, buscando
un modelo donde la justicia social, el trabajo cooperativo y el reparto del bienestar y la riqueza
triunfen ante la competitividad, el individualismo y la opresión que fomenta la burguesía capitalista.
Hay que organizarse y organizarse de verdad, sin medias tintas, y como se decía antes, ir a por el
todo. Desde abajo, sin concesiones y articulando organizaciones fuertes, que no queden en
movimientos ambiguos y facilmente manipublables por el poder. El anarcosindicalismo debe de ser
un muro de contención ante la que se nos viene, pero debemos de ir más allá, no podemos ni
debemos quedarnos en contener las contradicciones, no seamos los servicios sociales del sistema.
Debemos de construir una alternativa real que consiga movilizar en la calle y que busque frentes
colectivos de lucha. El anarcosindicalismo, en definitiva, debe ser una alternativa revolucionaria.
Hagamos memoria, recordemos como lucharon compañeras y compañeros antaño y como las
grandes conquistas de la clase trabajadora han sido alcanzadas históricamente mediante la
organización y la contundencia, dejemos los acomodos de creernos clase media y luchemos por salir
de esta realidad que nos aliena, tomemos consciencia de que es desde el pensamiento y la acción
colectiva, antiautoritaria y de clase, desde donde hay que cambiar radicalmente nuestra realidad.
Por todo ello, este 1º de Mayo hacemos un llamamiento a la clase trabajadora para que salga de ese
confinamiento ideológico y cultural en el que se encuentra sumida, y tome consciencia de
que solo
una clase obrera organizada y consciente podra plantar cara a la tirania.
O damos muerte al capitalismo o este da muerte a la humanidad.
Volveremos a las calles.
CNT-AIT
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