A todos nos impresionaron las imágenes de tortura en las cárceles irakíes, practicadas por los militares invasores, el acuerdo social de repudio fue y es ampliamente denunciado desde todos los grandes medios de comunicación. Igual ha sucedido con los episodios sistemáticos de tortura en Guantánamo, repudiamos la tortura y la pena de muerte porque eso es lo que se espera en este tiempo y en este modelo de sociedad occidental.
En las macrocárceles españolas y otros centros de detención, esas que tanto ensalzan y alaban las ong’s, sindicatos, partidos políticos, etc.…, durante los dos primeros meses del año, han muerto violentamente 21 personas, en muchas ocasiones ni su propia familia sabe la causa, más allá de la certificación oficial “parada cardio-respiratoria” ósea, que se paró el corazón y se dejó de respirar, causa común de cualquier fallecimiento. Y siempre la culpa es de la víctima, sobredosis de drogas que, paradójicamente, suministra los propios servicios médicos de los centros de reclusión, suicidio, SIDA y otras enfermedades.
Pero, ¿quién exige responsabilidad a los que tienen que cumplir el mandato de
En esos mismos grandes medios de comunicación rara vez se informa más allá de la crónica local de estos fallecimientos violentos. No interesa: el responsable siempre es el poder, el Estado, que tiene que velar por la integridad, la salud y la vida de las personas privadas de libertad. En muchas ocasiones incluso se llega a mancillar al torturado, al fallecido, acusándolo de cualquier aspecto de su vida privada para trasladar la culpa de los torturadores a sueldo del Estado y de las instituciones represivas de justicia a la víctima, baste como ejemplo el del agricultor de Almería que entró a pedir ayuda a un cuartel de la guardia civil y perdió la vida allí, tras recibir una brutal paliza. Resulta que la causa según los ejecutores y las instituciones que los protegen, de su muerte era que consumía cocaína…pero ¿hubiera muerto si no hubiera entrado en aquel cuartel?
Muchos ciudadanos de bien prefieren no ABRIR LOS OJOS y lavar la conciencia con la infamia oficial.
Tenemos que aprender a ABRIR LOS OJOS a la realidad de maltrato, tortura, abandono y muerte que el poder ejecuta en nuestro nombre contra seres humanos.
¡¡LAS CÁRCELES SON CENTROS DE EXTERMINIO!!!
Juanma Rodriguez Duran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario