Ayer día 6 de abril de 2010 las máquinas excavadoras volvieron a entrar derribando cinco casas del Barrio del Cabanyal de València que están dentro del plan de la polémica prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez.
Durante toda la mañana y con una importante presencia policial, tanto de policía Local como de Nacional, vecinas y vecinos se concentraron en las calles San Pedro y Vidal de Caselles para intentar evitar los derribos.
El de la calle San Pedro se realizó a las 10’00 de la mañana, otro, el de la calle Vidal de Caselles, se demoró hasta pasado el mediodía hasta que llegó la orden judicial que ordenaba el derribo, bajo la exigencia de las vecinas y vecinos, así como representantes de la Plataforma “Salvem el Cabanyal” y personas solidarias con la lucha vecinal de este barrio.
La resistencia vecinal estuvo presente en las calles al grito de “Volem el Cabanyal”, “Fora especuladors”, “Que desalojen a Rita Barberá” y con caceroladas tanto en las calles como desde los balcones. Otra de las muestras de solidaridad y protesta contra los derribos, fue protagonizada por un grupo de jóvenes que se sentó sobre los escombros y lo que quedaba por derribar de una de las casas, paralizando así, por unos momentos el trabajo de las máquinas.
La Policía, Local y Nacional, intervino para despejar forzosamente a las personas que defendían y resistían al pie de las casas. Después de esto y con la ayuda de una grúa de bomberos, la Policía Nacional desalojó a dos vecinos solidarios que resistían en el tejado de la casa situada en la calle Vidal de Canelles 15. Desde la calle estas dos personas recibieron gritos de apoyo y solidaridad mientras eran detenidas y trasladadas a la comisaría.
Ante estas muestras de apoyo, la policía cargó brutalmente contra todas las personas (vecinos, vecinas, personas solidarias). Tras esta carga toda la gente fue cercada por un cordón policial, esta vez ya preparados con bocachas.
Una vez más se demuestra que luchar contra el derribo del Barrio de Cabanyal y la demolición de sus casas, se castiga duramente para seguir favoreciendo a las empresas y administraciones que van a sacar gran provecho económico de todo este entramado a costa del patrimonio y la resistencia de este emblemático barrio.
FOTOS Acoso policial y derribos en el Cabanyal
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