En estas fechas tan entrañables, una vez más y las que quedan, la CNT
de Aranjuez volvió al restaurante “Mi Pueblo” de Ocaña a exigir la
readmisión de los compañeros despedidos. El acto transcurrió con
tranquilidad, y la acogida, una vez más, fue grata. La gente que salia
del local mostraba su sorpresa cuando explicábamos que el empresario que
sonríe atentamente tras la barra no pagaba (no sabemos si ahora lo
hace) a la anterior plantilla, a la que tras requerirle a este que
abonara sus salarios y retrasos, automáticamente despidió, incluida una
embarazada, y para que quedara clara su actitud dificultó en lo que le
fue posible que los compañeros arreglaran los papeles para solicitar el
desempleo.
La anécdota de la noche estuvo en unos jóvenes clientes que no
querían ser informados del conflicto (en su derecho están) y que
parecían divertidos cuando vieron aparecer a la policía, diversión que
se les atragantó cuando la policía sacó la libreta para multar sus
grandes coches llenos de caballos por haber aparcado encima de la acera,
en ese momento les cambió la cara y comprendimos, aunque no
compartimos, el por qué no se interesaban por el conflicto, unos coches
así difícilmente se pagan trabajando, menos aún si no te pagan por
hacerlo.
Tal vez sea el restaurante “MÍ PUEBLO” un punto de reunión de jóvenes
emprendedores, desde luego tiene mucho que enseñar de como recortar
gastos, de la manera que ya sabemos, no pagando a los empleados.
En CNT si nos tocan a un@, nos tocan a tod@s
No hay comentarios:
Publicar un comentario