"A los poderosos y a sus propagandistas les encanta señalar lo hipócritas que somos las personas que no queremos vivir según sus normas.
Se mofan de nuestro teléfono móvil, de nuestra ropa, de la comida con la que nos alimentamos o simplemente de que intentemos vivir bien.
Disfrutan de tenernos tan sometidos que no podemos elegir no trabajar en sus empresas, no comprar sus productos o no estudiar en sus escuelas.
Nos humillan diciéndonos que si no nos gusta el sistema nos vayamos al campo a cultivar tomates o nos piden con sorna que les leamos lo que pone en nuestro DNI, pero si se nos ocurre desobedecer se ponen serios y nos amenazan con la represión, la cárcel y el infierno.
Les encanta el sufrimiento que nos produce el haber de enfrentarnos día tras día con todas nuestras contradicciones, la frustración de no poder vivir según nuestras ideas y el dolor de ver a nuestros seres queridos postrados ante su autoridad.
Los poderosos, en cambio, no tienen contradicciones:
Acaparan toda la riqueza del mundo sembrando el hambre y la miseria, explotan a miles de millones de trabajadores en sus empresas, nos adoctrinan en sus escuelas y templos volviéndonos individualistas, consumistas, reaccionarios, insolidarios, machistas y sumisos, nos pastorean mediante sus medios de comunicación, nos enfrentan según nuestro origen, color de piel, nuestras creencias o la lengua que hablemos,
nos han enajenado hasta tal punto que somos nosotros mismos quienes les votamos, les enriquecemos, les admiramos, les envidiamos y les imitamos, y la sociedad resultante es tan violenta que aboca a miles de seres humanos al suicidio.
nos han enajenado hasta tal punto que somos nosotros mismos quienes les votamos, les enriquecemos, les admiramos, les envidiamos y les imitamos, y la sociedad resultante es tan violenta que aboca a miles de seres humanos al suicidio.
Pero nadie puede reprocharles que no sean consecuentes con sus ideas: Es lo que dijeron que harían y es lo que están haciendo, a plena luz del día, impunemente, defendidos por las fuerzas del orden y legitimados por nuestro voto, la ley y nuestra pasividad."
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