El personal del teatro de la obra Madagascar tomamos medidas preventivas para cobrar nuestras nóminas.
Obtuvimos nuestros puestos como personal técnico, gracias a nuestra
experiencia y profesionalidad, para el musical emitido en el Teatro de
Gran vía. Al poco tiempo nos dimos cuenta de las bajas ventas de
entradas. Sabemos, por desgracia, que cuando hay ganancias las
productoras se llevan toda la gloria y que cuando una “apuesta” sale mal
solemos ser quienes acarreamos con las consecuencias. Así, no queriendo
que esto ocurriera, nos organizamos, nos protegimos y nos apoyamos
mutuamente de cara a no recibir abusos.
Tras los retrasos sufridos a la hora de cobrar parte de la nómina, en
el musical Madagascar, varios afiliados a la CNT y nuevas compañeras
que se unieron al sindicato creamos la sección sindical. Así obtuvimos
validez legal para ser interlocutores con la empresa en una posición que
no fuera de desventaja, protegiéndonos de posibles represalias por
exigir la contrapartida del trabajo: nuestro salario.
Desde esta sección empezamos a presionar convocando una reunión con
el productor, y reclamando la deuda por medio de un burofax, para
comunicar a la productora la creación de la sección sindical.
Gracias a la presión ejercida, con el asesoramiento de los grupos de
trabajo de CNT Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos, la siguiente
nómina la cobramos a tiempo. De no haber sido así habríamos presentado
una conciliación a través del SMAC y posteriormente convocado una
huelga, ya que el número de afiliados a la CNT es superior al 10% del
total de la plantilla y eso supone una implantación lo suficientemente
alta como para ser considerados representantes válidos de los
trabajadores, al mismo nivel que los sindicatos de concertación.
Con nuestro relato queremos hacer entender que sí es posible una
defensa activa. En nuestro caso nos unimos, y gracias a ello, vencimos.
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