[Irenófilo Diarot fue redactor de Solidaridad Obrera por los años veinte del siglo pasado, escribió un artículo titulado «Propaganda y acción antimilitarista», en el que exponía el ideal apátrida y cosmopolita del anarquismo. Cosa que ahora muchos «neolibertarios» no lo tienen todavía bien claro. Por ejemplo, tenemos la enciclopedia Wiki que se autodenomina «anarquista» Anarcopedia y en donde nos define, en apenas una par de líneas, que «el internacionalismo es un movimiento político que aboga por una mayor cooperación política y económica entre las naciones para el beneficio mutuo». Pero saben extenderse más en algo como la identidad cultural, que como anarquistas debemos superar o sernos completamente indiferente. Una pena, que los «pseudoanarquistas» de hoy en día, no lo comprendan, y hasta se dejen infectar con tonterías identitarias de carácter étnico (aunque cambien palabras como «nación» o «patria» por «pueblo» o «cultura»).]
Nuestros ideales, nuestra vida amenazada, nuestra conciencia de hombres, nuestro honor, nuestros sentimientos de humanidad y de justicia, nos aconsejan alzarnos, salir al paso a la invasión del espíritu militarista que amenaza hundir la sociedad. Hay que deshonrar la guerra; hay que presentar ante las gentes sencillas las monstruosidades que encierra, lo inicuo que estas matanzas internacionales llevan consigo. Hay que ser antimilitarista y propagar con todas nuestras fuerzas y hacer todo lo posible para que desaparezca esa tendencia salvaje que amenaza con sangre (…).
Unida a esta propaganda debe ir la que tienda a borrar de los corazones, donde se ha asentado falsamente, el sentido patriótico. Es preciso poner ante los ojos de todo el mundo que la patria es una gran mentira y un semillero de odios y de guerras. Es preciso propagar y sostener que la patria deber ser la tierra toda.
Unida a esta propaganda debe ir la que tienda a borrar de los corazones, donde se ha asentado falsamente, el sentido patriótico. Es preciso poner ante los ojos de todo el mundo que la patria es una gran mentira y un semillero de odios y de guerras. Es preciso propagar y sostener que la patria deber ser la tierra toda.
El amor al trozo de tierra que nos vio nacer, donde pasó nuestra infancia y se encuentra familia, allegados y amigos, este sentimiento se explota por los culteranos del odio para trazar divisiones entre los seres humanos, divisiones inicuas que no deben existir.
Mi enemigo no es el que habita al otro lado de la frontera, por este solo hecho. No le es dable a ningún hombre elegir el lugar de la tierra donde debe nacer. No hay motivo, por lo tanto, para divisiones que solo trazó la ambición. La espada de los conquistadores, las conveniencias de los poderosos, el orgullo de los grandes bandoleros (tipo Julio Cesar, Alejandro el Magno, Napoleón I, Guillermo II, etcétera), la avaricia ilimitada de los gobernantes y las intrigas de los negros buitres de la diplomacia, son los elementos que han señalado las fronteras entre los pueblos y esto que representa un cúmulo inmenso de arbitrariedades, de crímenes y de injusticias perpetradas a través de la historia, es lo que con el nombre de patriotismo quiere hacérsenos respetar.
Mi enemigo no es el que habita al otro lado de la frontera, por este solo hecho. No le es dable a ningún hombre elegir el lugar de la tierra donde debe nacer. No hay motivo, por lo tanto, para divisiones que solo trazó la ambición. La espada de los conquistadores, las conveniencias de los poderosos, el orgullo de los grandes bandoleros (tipo Julio Cesar, Alejandro el Magno, Napoleón I, Guillermo II, etcétera), la avaricia ilimitada de los gobernantes y las intrigas de los negros buitres de la diplomacia, son los elementos que han señalado las fronteras entre los pueblos y esto que representa un cúmulo inmenso de arbitrariedades, de crímenes y de injusticias perpetradas a través de la historia, es lo que con el nombre de patriotismo quiere hacérsenos respetar.
2 comentarios:
No se acuerdan o no se quieren acordar los señores "anarcoindependentistas" de lo que hizo el nacionalismo catalán de la Esquerra (especialmente la facción fascistoide denominada Estat Catalá) al Movimiento Libertario, al que consideraba "extranjero" por estar llenos de obreros muertos de hambre procedentes del sur ("murcianos" los llamaban los catalanistas de pura raza aria "pirenaica"). Pero libertarios como José Peirats, Jacinto Torhyo o Juan García Oliver nos dejaron unas cuantas páginas denunciando los asesinatos, torturas y secuestros de estos nazi-onalistas de "izquierda", cuyo jefe, Josep Dencás, fue a Roma a besarle el trasero a Mussolini. Luego, por cierto, muchos militantes de Estat Catalá se metieron en el PSUC y con los estalinistas se encargaron de destruir la revolución y atacar a la CNT en mayo del 37. Hubo más muertos en Barcelona en mayo del 37 que en julio del 36.
http://grupostirner.blogspot.com/2010/12/catalanistas-contra-libertarios.html
O, también, tenemos el llamado populismo latinoamericano (hoy en día conocido bajo el apelativo de «Socialismo del Siglo XXI») que mezcla «churras con merinas» —en este caso socialismo con nacionalismo—, y que conlleva a otro tipo de autoritarismo; como bien nos decía antaño Cappelletti en esta biografía sobre Rudolf Rocker:
http://grupostirner.blogspot.com/2011/01/rudolf-rocker-el-socialismo-como-anti_02.html
Tampoco podemos pasar por alto el hecho de que en el llamado «Tercer Mundo» el socialismo se ve frecuentemente unido a regímenes autoritarios, de partido único, de tendencia fuertemente estatizante y nacionalista, violadores sistemáticos de todas las libertades públicas y de todos los derechos humanos. Ni es posible callar las tergiversaciones de la idea socialista en la mente de los partidarios de regímenes básicamente fascistas, como el peronismo en Argentina.
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